martes, 23 de julio de 2013

Anton Krupicka y su intento del Nolan's 14



El pasado 24 de Junio, Anton Krupicka se puso en marcha para tratar de completar y batir el record de la "Nolan's 14".
El reto consiste en enlazar un total de 14 picos que superan los 4000 metros de altitud en menos de 60 horas. No hay un orden prestablecido, ni un camino marcado, así que cuenta mucho la estrategia de cada uno para alcanzar el éxito.
Para completar la prueba se necesita recorrer unas 100 millas (160km) y acumular unos 27000 metros de desnivel.......una barbaridad !!.....sobre todo si se quiere rebajar el record que esta en 54 horas y 57 minutos.

¿Lo consiguió? bueno, mejor lo veis en estos videos.





Os dejo también el vídeo de Eric Lee, que consiguió completar el reto el 31 de Agosto de 2012, acabando en 57 horas y 27 minutos.......durmiendo solo 45 minutos......una pasada !!
Eric recorrió 94 millas y acumuló 14100 metros de desnivel positivo.......y sus 14100 metros de desnivel negativo.....que para mi son los peores.




domingo, 21 de julio de 2013

Hardrock 2013: gana Sebastien Chaigneau con nuevo record.


Después de compartir carrera, durante 56 kilómetros, con Joe Grant , Sebastien se marchó en solitario hasta cruzar la linea de meta.
En el kilómetro 90, le esperaba un "pacer" de lujo, Scott Jurek, que no dejó de gritarle : -come, bebe, vamos muy bien !!..........hasta conseguir batir el record de karl Meltzer y dejarlo en 24:25h. El record es en sentido horario, ya que en sentido anti-horario lo tiene Kyle Skaggs con 23:23h.

El resto del podium masculino lo completaron Troy Howard con 25:20h, y Scott Jaime con 26:38h.

En chicas, la victoria fue para Darcy Africa con 29:54h, seguida de Darla Askew con 31:09, y Betsy Nye con 36:46h.

sábado, 20 de julio de 2013

Txindoki

Fotos tomadas por mi amigo y compañero de carreras Sergio Garcia Medina, alias "Xumbo de los Bosques", el día despues de la Ehunmilak 2013.








martes, 16 de julio de 2013

Ehunmilak 2013: Despues de la tormenta.



Subiendo de madrugada, por medio de un bosque, escuché la voz de mi amigo Bernardo gritarme a lo lejos: ¡¡ Ivan, correr no corres una mierda, pero que bien escribes joío !!
Entre risas de toda la peña que subía en hilera, le contesté: ¡¡ al menos yo hago algo medio bien, porque todos los que estáis aquí en este momento corréis la misma mierda que yo, y no os he leído nada decente !!

COMPARTIR ,es lo que le da sentido a esto que hago, a correr, a escribir, y a subir montañas. Compartir lo que escribo, compartir las risas en la madrugada, compartir la visión desde la cumbre, y compartir las vivencias sentados frente a una cerveza.

Sin Sergio y Arturo, la Ehunmilak de este año no habría tenido sentido. Compartimos viaje, habitación, risas, silencios, calor, cansancio, canciones, bajones, subidones.........y momentazos como ese "Sultans of Swing" bajo la lluvia saliendo de Azpeitia.

Compenetrados en todo, hubiéramos sido un buen equipo. Subiendo "de vicio" y bajando "de pena".....sin separarnos en toda la carrera......y cantando igual de mal !!

Me hubiera encantado escribir esta crónica, adjuntando al final una foto entrando en meta.....pero no va a ser así. Al cambio, esta crónica tiene su propio final feliz, y su propia foto, y en ella no estoy solo, sino con dos grandes amigos.

La carrera ha estado marcada por el calor y la gran humedad, y a consecuencia de esto, la formación de tormentas.
Desde la salida, a las seis de la tarde, el calor era asfixiante (33ºC y 80% de humedad), y las fuertes subidas se veían incrementadas en dificultad.
La organización exigía rellenar al menos un litro de agua en cada avituallamiento, y de no ser así, te mandarían a casa.

Poco a poco, el cielo se fue cerrando, y comenzamos a ver relámpagos y a escuchar truenos.....a veces mas cerca y otras mas lejos.....hasta que empezó a llover.
La verdad es que, en esta ocasión, la lluvia fue de agradecer, y no sacamos ni la chaqueta, ya que era placentero refrigerar el calor que se generaba en las subidas.

Como si de un guía turístico se tratara, anunciaba a mis compañeros lo que nos tocaba en cada tramo del recorrido. Yo mismo me sorprendía de como se había grabado en mi mente la carrera de hace dos años.

En la que para mi es la peor bajada de la prueba, nos adelantó Suso (Jesús García Juanes ), al que por fin conocí en persona después de mucha charla por internet y por teléfono. Era la bajada de Erlo a Azpeitia, punto donde la vez anterior comencé a cascarme las rodillas, pero que esta vez tenía en mente desde el primer día de entrenamiento.

Saliendo de Azpeitia, nos esperaba una de las subidas mas cañeras de esta primera mitad de la prueba. Subiendo adelantábamos a la gente, que luego volvían a pasarnos en las bajadas.......siempre "haciendo la goma" con el mismo grupo de corredores.

El calor volvía a hacernos mella, ya desde bastante temprano, haciéndose notar en la larga bajada a Tolosa .

Llegamos al polideportivo, donde me retiré en 2011, dentro del tiempo previsto.
Así que nos duchamos, y cambiamos de ropa, para volver a salir después de comer y recargar agua.
Allí estaba Anaime, con su mujer y su crío, decidido a abandonar. Tratamos de convencerlo entre todos, incluido Suso, pero no hubo manera.

Cuando ya íbamos a salir de nuevo, por la megafonía del pabellón, nos anuncian que la organización ha recibido una notificación de que se va a declarar la alerta por tormenta eléctrica en Aralar, y que, de ser así, nos podríamos encontrar con que nos pararan la carrera y nos hicieran bajar de la montaña en cualquier momento a partir de las 15:00h.

Tras el desconcierto general, las dudas, y los cabreos, nos ponemos en marcha, porque lo que yo tenía claro es que tenía que dejar atrás Tolosa, y borrar los fantasmas del pasado.

Con un calor machacante, que a esas alturas ya había cosechado unos 100 abandonos, pasamos por el siguiente control, donde nos avisaron que, probablemente, al llegar al siguiente punto, la carrera sería neutralizada.
Y así fue, en el control de Amezketa, kilómetro 97 de carrera, y ya a seis kilómetros de la cima del Txindoki, nuestra aventura acababa, y con ella mi oportunidad de "comerme al oso".....una vez mas.

¿Que que sentí? pues una mezcla de sentimientos, uno de frustración, y el otro de paz, por poder sentarme un rato a la sombra y beber algo fresco.

En un gesto de consuelo y reconocimiento, la organización nos entregó la chaqueta de "Finishers" a los neutralizados en Amezketa, entendiendo que en otras circunstancias podríamos haber llegado a meta.
Sinceramente, tal y como me pasara en Gales, jamas me sentiré cómodo dentro de ella, aunque agradezco el gesto al director de la prueba.



Y como después de la tormenta, siempre llega la calma, y como 97km y 6100 metros de desnivel positivo no nos parecían gran cosa.....pues a la mañana siguiente nos levantamos y nos fuimos a subir el Txindoki, y así poder acumular otros 1100 metros positivos.....y otra decena de kilómetros.....para hacer ganas de comer, oiga !!

¿Volveré? pues de momento mi respuesta es no. Ya he tenido dos ocasiones, y me parece obsesivo dedicarle mas tiempo a algo que me supone mas dedicación de lo acostumbrado, y un mínimo de cinco días fuera de casa.......aunque ya se sabe: Nunca digas nunca jamas.

Para terminar, quiero recordaros que existe un oso en el Norte, un oso que te está esperando, y que se llama Ehunmilak, y que es el mas bello y duro desafío al que te puedes enfrentar. Pero también recordad que, como ya dijo mi gran amigo Manuel Lopez en 2011: “A veces te comes tu al oso, y otras veces te come el a tí”.


Gracias a la Ehunmilak y a sus gentes por haberme mimado una vez mas. Sois grandes.

Ivan Vivo, dorsal 18. 



P.D: tras las críticas que algunos han publicado hacia la organización por su decisión de neutralizar la prueba, quiero recordar, que en la noche del viernes, un rayo mató a cinco vacas en la zona próxima al Txindoki. Creo que no hace falta hablar mas sobre este tema.



Dejo un video calentito, recién salido del horno, de uno de los corredores portugueses. Me ha gustado un montón.

  EHUNMILAK ULTRATRAIL 2013 from mutu on Vimeo.

miércoles, 3 de julio de 2013

Ni retirada, ni rendición.



 "Mis pelotas se ponen a firmar cheques que mis músculos no pueden hacer efectivos" (Chris McDougall en la revista Menshealth)



Recuerdo en el año 2004, cuando recobré el hábito de correr, que decidí enfrentarme a mi primera carrera de 21km. Por aquel entonces, solo era corredor de 30 minutos, tres días a la semana, y fui aumentando el tiempo de carrera para la ocasión.
Alguien me dijo, que antes de enfrentarme a esos 21km, debería salir a correr un día una distancia de unos 16km, para ganar confianza.
Así que, un viernes por la tarde, cogí mi coche, puse el cuentakilómetros a cero, y medí un circuito de 16km por la ciudad (no tenía otro dispositivo de medida en aquel entonces).
A la mañana siguiente, sábado , con un calor de mil pares de pelotas, me fui en coche hasta donde había marcado mi zona de salida, y me puse a correr.
Recuerdo vivamente, que como tenía menos fondo que una palangana, a partir del km 10 aquello me resultó un calvario. Pasé las peores sensaciones que recuerdo desde aquel 1500m en oposiciones, en Punta Umbría en el año 97, donde conseguí quedar tercero de mi serie de 20 corredores, y llegar a meta extenuado y totalmente acalambrado.
A tres kilómetros del coche me dolía todo, pero tenía que seguir corriendo, aunque deseaba parar por encima de todo. Fue una corta pero intensa guerra sicológica contra mi mismo. Si paraba me sentiría como un mierda, y ya hay demasiada gente en el mundo deseando verte hundido, como para andar soportandote a ti mismo ,escupiendo sobre tu ego y tu autoestima.
Así que decidí ser un mierda por otras mil razones, pero no por abandonar a tres kilómetros del coche aquel día.

Elegí el peor día y el peor lugar para correr una media maratón la primera semana de un mes de Septiembre. Fue en Motril, con un calor y una humedad aplastante, y la gente desde la playa animando con esos típicos: ¡¡ Venga, que te pesa el culo !! , y el socorrido ¡¡ ánimo, que los últimos serán los primeros !!, que viniendo de una gorda en bañador comiéndose un helado, no ayuda mucho, la verdad.

Luego mejoré como corredor, no por marcas, ni puestos, sino por correr mas tiempo, y con mejores sensaciones.
Cada carrera para mi era un reto, y no por competir contra el reloj, ni contra algún conocido, sino porque siempre elegía algo mas difícil......mas largo.....algo que me pusiera "a tres kilómetros del coche" una y otra vez......y me hiciera sentir que no era un mierda......al menos no por haber abandonado.

Puede parecer ridículo, y seguro que lo es, pero no me atrae nada inscribirme a una prueba que se que puedo terminar, y cuando lo hago suele ser por acompañar a los demás del grupo, o por compartir el fin de semana con los amigos de siempre.

En los años que llevo corriendo, ya he experimentado el abandono en unas seis ocasiones. A veces entre risas y falta de motivación, y otras por sentir que no estaba a la altura. Pero es lo que tiene cuando hilas tan fino, cuando eliges la inseguridad como motor que empuja tu motivación, cuando todo los reduces a la pregunta ¿seré capaz?

Pues ,haciendo alarde de mi estupidez, la semana que viene regreso a Ehunmilak. Podría haber sido mas astuto y haber elegido otra cosita mas tierna, de esas de 50 o 80 kilómetros, con desnivel moderado, en un mes mas agradable. Pero, como aquel que se levanta a por otra hostia de ese tipo tan grande, vuelvo a por mas, cuando lo mas sensato es quedarse tumbadito ahí en el suelo, y esperar a que el tipo enorme se marche.

Tengo que aprovechar antes de que todo esto se prostituya, y quedarse "a tres kilómetros del coche" pierda toda su emoción. Porque cada día veo como el negocio de lo extremo baja el listón para atraer a las masas.

¿De que hablo? pues de como hace veinte años un puñado de tipos fibrosos, de lo mas duros de cada pais, corrían por el desierto del Sahara con unas zapatillas de asfalto de la época, y un material de risa, para sufrir lo indecible y conseguir ser finishers del Marathon des Sables.
Hoy en día, a cambio de 3446 euros, y con los listones cada vez mas bajos, tipos con evidente sobrepeso, y una forma física deplorable, se pavonean en su partida de poker de ser finishers del MDS.
Y hablo de primera mano, porque la he corrido, y de los mil participantes acaba el 98 % mas o menos, un índice exageradamente elevado para una de las pruebas "mas duras del mundo??"

Y que decir del IRONMAN. Cuando en los 80 veías a Mark Allen y Dave Scott, liderar a un centenar de superatletas, todo fibra y pellejo.......y hoy ves a tipos en neopreno con mas pinta de la orca de "Liberad a Willy" que de un hombre de hierro. Y no es culpa de ellos, y que no se mosquee nadie, pero a razón de 425 euros (el IRONMAN de Lanzarote por ejemplo) con un total de 1800 plazas, lo mas fácil es poner el límite de tiempo en 17 horas......y todos a vacilar de visera y tatuaje en el gemelo.



Y la guinda la pongo con el Maratón de Nueva York. A razón de 345 dólares, y sin límite de tiempo, cualquier idiota vestido de hombre-rana llega a casa con el título de "Filipides moderno". Y es que, con 40.000 participantes, a cambio de agua e isotónica, las cifras se me escapan de las manos.....y encima con unos patrocinadores de gran peso financiero.




Y volviendo a lo mio, esta vez no tengo excusas. Llego a Ehunmilak sin lesiones, y habiendo entrenado bastante, y aun así se que me sentiré " a tres kilómetros del coche" en mas de una ocasión, y tras la lucha sicológica, decidiré continuar otras tantas......y si consigo no rendirme.....tal vez esta vez llegue al final.......y como llegue al final, iros preparando, porque durante unos días me cegará el subidón y me sentiré como parte de esa estirpe que ha terminado una prueba de esas que, de momento, no tiene atajos ni clemencia para nadie.

Nos vemos a la vuelta.